30 Jun ¿La pasión nace o se hace?
La palabra emprendimiento proviene del verbo «emprender», que hace referencia a iniciar una obra o negocio. Suele ser un proyecto que conlleva un gran esfuerzo y se enfrenta a diversas dificultades para alcanzar desarrollarlo, pero más allá del conjunto de actividades necesarias para lograr un objetivo, existen las distintas motivaciones de las personas que se embarcan en esta aventura.
En la mayoría de los casos suele ser necesidad de aquellos que quieren salir adelante. En otros, la ambición de superar sus límites, y hay quienes simplemente lo hacen por pasión y amor a lo que hacen, que es el ideal.
Los emprendedores que deciden lanzarse a la incertidumbre en circunstancias poco afables, que disfrutan del autoconocimiento, desarrollo de habilidades, uso de sus talentos, son aquellos que realmente hacen lo que aman.
Una de las principales características de la pasión es que te encuentras dispuesto a dejar todo para alcanzar un sueño, disfrutando cada día de trabajo, retándose a sí mismo y obteniendo victorias frente a las adversidades que se presentan a lo largo del camino.
No existe una fórmula que nos permita encontrar aquello para lo que somos buenos o descubrir lo que nos podría gustar, sino la exploración de nuestros dones y talentos aplicados en diferentes áreas, hasta ser encontrados por nuestra pasión. Lo que si podemos asegurar es que todo aquello con una finalidad, que no sea el gozar lo que se hace, tiene como resultado el fracaso. Podemos intentarlo, forzarlo, inclusive convencernos de dar lo mejor de nosotros, sin embargo no reflejamos nuestro verdadero potencial y jamás los resultados esperados, y aquí es donde nos preguntamos ¿la pasión nace o se hace? Tú qué opinas.